miércoles, 25 de enero de 2012

Impresoras: esos cacharros demoníacos

Las impresoras son uno de los dispositivos que más "rabia" me dan, porque me parece que a veces se comportan de una manera totalmente arbitraria, dejando aparte el tema de los costes de sus consumibles (que más que tinta parece que consuman sangre de unicornio, por el precio al que están).

Un ejemplo de este comportamiento raro, paranóico y alejado de todas las leyes de la lógica, lo podéis ver en el siguiente cómic, en el que un tipo intenta escanear pero el equipo multifunción se lo impide:


Seguro que también recordáis esas impresoras que no pueden imprimir si alguno de sus cartuchos tiene poca tinta (a pesar de que los otros estén con tinta), o que no pueden usar el cartucho negro si no tienen los de colores instalados y con tinta (a pesar de que solamente queramos imprimir en blanco y negro).

Para ayudarnos a identificar esos errores y comportamientos de las impresoras, podemos estudiarnos las siguientes leyes de las impresoras de tinta, que lamentablemente se cumplen con bastante precisión:

1ª ley de las impersoras o Ley de la inercia: La inercia que tiene la impresora a imprimirte mal a atascarse o arrugar la hoja es proporcional al año de fabricación de esta, de acuerdo a la siguiente expresión, donde x es el año:


2ª ley de las impresoras o Ley de la tinta: La capacidad de los cartuchos de tinta es inversamente proporcional al año de fabricación de esta de acuerdo a la siguiente expresión, donde x es el año:


3ª ley de las impresoras o Ley de Consumidor-Productor (de tinta): El precio del mL de tina es proporcional al año de fabricación de la impresora, de acuerdo a la siguiente ley, donde x es el año y el resultado está en €/mL:


Además, también podemos tener en cuenta las famosas Leyes de Murphy, aplicadas en este caso a las impresoras:

Si necesitas imprimir con urgencia, la tinta se habrá acabado. Si la tinta no se ha acabado, se habrá secado.

Y si la impresora está en la oficina o lugar de trabajo, y es una de esas compartidas, también tiene sus particulares Leyes de Murphy:

1. Siempre que olvides un documento  en la bandeja de alguna impresora será personal, e invariablemente esa impresión del chat erótico que mantuviste con Juanita, la de contabilidad.

2. La impresora siempre se atascará en un documento a color, en alta definición, de alguna foto de tus vacaciones, especialmente esa donde luces ese traje de baño que encogió dos tallas

3. El largo de la minifalda de la chica linda que toda oficina ostenta será inversamente proporcional a tu pericia en el manejo de la impresora cuando te pida "¿Me ayudarías con esto?". Todas las impresiones que logres hacer estarán borroneadas por el sudor.

4. Nunca te fotocopies el culo sin antes haber comprobado la resistencia del cristal de la bandeja. Repetimos: nunca.

5. Los cartuchos no darán problemas hasta la noche en que te quedes en la oficina para hacer algún trabajo personal que requiera una presentación impresa a primer hora por la mañana.

6. El Club de la Pelea es sólo una película. Repetimos: sólo una película.

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